lunes, 11 de mayo de 2009

PRESIDENTE MORALES AGRADECE A MEDICOS CUBANOS POR “OPERACIÓN MILAGRO”







El Primer Mandatario del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma reconoció hoy la labor de la Brigada Médica Cubana que a la fecha ha realizado 400 mil operaciones oftalmológicas a personas de bajos recursos económicos de los nueve departamentos del país sudamericano.
“Representa una verdadera alegría para las personas de bajos ingresos ese tipo de intervención quirúrgica, de altos costos en todas partes del mundo, y que en Bolivia se practican sin costo alguno", destacó Morales.
La “Operación Milagro" es un programa cubano de cooperación internacional para la atención oftalmológica gratuita que tiene por objetivo devolver o mejorar la visión a personas con afecciones visuales.
Las operaciones se han realizado fundamentalmente para combatir enfermedades como la Catarata, el Pterigium y otras afecciones con incidencia en la población boliviana.
En Bolivia fueron construidos 18 centros médicos, de ellos tres posiciones quirúrgicas móviles, los cuales están distribuidos en los nueve departamentos de esta nación suramericana
La Paz, Mayo 11 del 2009.

miércoles, 22 de abril de 2009

José Luís Quintana, fotoperiodista











JOSÉ LUIS QUINTANA, fotoperiodista.
Testimonio de un cazador de imágenes

Cuando José Luis cruzó la frontera del Desaguadero en Mayo del 1993, tenía la esperanza de retornar a su patria en tres meses. Llevaba en la mochila una PENTAX analógica y dos mudas de ropa. Dos años antes, su Jefa de Informaciones, Melisa Alfaro, moría destrozada en la redacción por un sobre-bomba dirigida al Director de Cambio, la revista donde trabajaba José Luís. “En tres meses se cae Fujimori y regresas”. Se quedó 16 años.
Empezó su labor como un desconocido reportero en el periódico Hoy, gracias a Robert Brockman, fotógrafo boliviano de la agencia alemana DPA, de donde pasó a La Prensa hasta el 2002, año de su traslado a la Agencia de Noticias Fides. En 2004, un año después de los hechos luctuosos de “Febrero Negro”, José Luís Quintana se enteró de un trágico acontecimiento que podía costarle la vida.
“La mañana del 14 de Febrero de 2003, había estallado el motín policial del Grupo Especial de Seguridad (GES), rechazando el impuesto a los salarios decretado por Sánchez de Lozada. La Plaza Murillo estaba cubierta de gases lacrimógenos y las ráfagas de metralla se confundían con el incesante ulular de las sirenas policiales. Yo me protegí detrás de un árbol, en la acera de la farmacia “Congreso”. De pronto siento que el árbol se zarandea, hojas y polvo caen sobre mí. A mi izquierda, a tres metros, pecho en tierra, un bombero señalando a la pared me grita con su inconfundible acento paceño: ¡¡Choco¡¡, choco, agacháte…. agacháte que esas eran para vós¡¡. Al voltear veo en la pared una hilera de impactos de bala de metralla tan sólo separados por el espacio del árbol protector. Me tiré al piso, me quité la gorrita y me persigné pensando en Pavel, mi hijo. Esperé que disminuyera los disparos y gases. En la primera oportunidad abandoné mi endeble guarida. Minutos después el bombero salvador moría con el cráneo destrozado por una bala.”
En el 2003 es contratado por el semanario Pulso y es fotógrafo stringler de la Agencia Reuters. En octubre, Bolivia experimenta la protesta social más importante del presente siglo. En el desarrollo de ese fenómeno social, según comentarios de editores de las principales agencias internacionales, Quintana registra la imagen más importante del conflicto, aquella que sintetiza la protesta del pueblo boliviano en defensa de sus recursos naturales. Es la foto del Ninja Alteño”, que, cubierto con un pasamontaña y provisto de una lanza rudimentaria, salta una barricada de piedras, humo y fuego. Con ésta foto ganó un premio en la exposición colectiva La Guerra del Gas evento promovido por la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), la Federación de Trabajadores de la Prensa de La Paz (FTPLP) y la Asociación de Corresponsales de la Prensa Internacional (ACPI).
En “El Jefazo”, Martín Sivak, periodista argentino, relata las circunstancias cómo Quintana, conoció a Evo Morales. “En agosto de 1994 lo detuvieron. En el bus en el que viajaba a El Chapare junto al fotógrafo José Luís Quintana subieron agentes de civil “indio de mierda”, le gritaron mientras le pegaban. En vagonetas polarizadas lo llevaron a Cochabamba. Quintana tuvo la exclusiva y su diario –el matutino HOY- hizo tapa con la noticia de la detención ilegal: desde entonces Evo lo llamaba cuando había novedades o para convencerlo de tomarse unas cervezas juntos.”
José Luís Quintana, periodista asilado, es ya parte del país que le da cobijo. Vive con su hijo Pavel y su segunda esposa y prosigue, según él, “hasta pintar canas”, en la azarosa vida del cazador de imágenes que congele las aspiraciones, esperanzas y victorias del pueblo boliviano.
(Ricardo Bajo y Pablo Stefanoni, periodistas)